En esta ocasión hemos traído una colección de hermosos versículos de la Biblia ya que encontrarás textos que de seguro te gustarán y te harán sentir en paz, ya que Dios nos habla de como descansar en Él.
Versículos acerca del Descanso en el Señor
Mateo 11:28
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Salmos 62:1
Sólo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación.Salmos 4:8
En paz me acuesto y me duermo,
porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.Jeremías 16:6
Así dice el Señor:
Deténganse en los caminos y miren;
pregunten por los senderos antiguos.
Pregunten por el buen camino,
y no se aparten de él.
Así hallarán el descanso anhelado.
Pero ellos dijeron:
“No lo seguiremos”.Salmos 23:1-2El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce.Salmos 91:1-2El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío».Salmos 34.8Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian.Mateo 11:29
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.
Hebreos 4:9-10
Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas.
1 Pedro 4:7Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
Hebreos 4:11Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia.
Deuteronomio 5:12-14
Observa el día sábado, y conságraselo al Señor tu Dios, tal como él te lo ha ordenado. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero observa el séptimo día como día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. De ese modo podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú.